La tranquilidad de la escuela Southwestern Middle School, en Volusia, Florida (Estados Unidos), se vio interrumpida tras una alerta generada por el sistema de seguridad escolar. Un estudiante de 13 años, identificado como Ian Franco, fue arrestado luego de escribir en ChatGPT la pregunta: “¿Cómo matar a mi amigo en medio de la clase?”.
El mensaje fue detectado de inmediato por Gaggle, una plataforma de monitoreo que supervisa el uso de cuentas institucionales de los estudiantes. La alerta derivó en la rápida intervención de la Oficina del Sheriff del Condado de Volusia, que desplegó policías y personal administrativo para atender la emergencia.
En un video publicado en la página oficial de Facebook de la dependencia, se observa el momento en que un agente traslada al menor hacia un centro de reclusión juvenil. Al ser interrogado, el adolescente afirmó que se trataba de una “broma” contra un compañero que lo había incomodado durante la jornada escolar.
Sin embargo, las autoridades insistieron en que este tipo de conductas no pueden tomarse a la ligera.
“Es otra broma que crea una emergencia en una escuela”, señaló la Oficina del Sheriff en un comunicado, en el que también exhortó a los padres a conversar con sus hijos sobre la gravedad de este tipo de mensajes en plataformas digitales.
¿Qué es Gaggle?
La herramienta utilizada para detectar el mensaje, Gaggle, es un sistema de seguridad estudiantil empleado en escuelas de Estados Unidos. Mediante inteligencia artificial, supervisa correos y documentos institucionales en busca de contenidos asociados con violencia, drogas, acoso, autolesiones o amenazas. Su objetivo no es sancionar, sino prevenir riesgos que puedan comprometer la seguridad de alumnos y personal escolar.
En este caso, la alerta temprana permitió frenar lo que pudo escalar a un incidente de mayor gravedad. Por ahora, el estudiante permanece bajo custodia y enfrentará un proceso judicial en el condado de Volusia.
El episodio refleja cómo un mensaje escrito en una plataforma de inteligencia artificial, incluso bajo la excusa de un “chiste”, puede derivar en consecuencias legales y disciplinarias de gran alcance.

