Tras varios meses de distanciamiento y críticas públicas, el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez reaparecieron juntos en un acto de reconciliación política en Timbío, Cauca. La escena, marcada por sonrisas y manos entrelazadas, evocó los tiempos de campaña y dejó en claro que, pese a las tensiones recientes, ambos se proyectan unidos hacia las elecciones presidenciales de 2026.
El encuentro se dio durante la presentación del ‘Pacto Territorial por la Transformación Territorial y la consolidación de la Paz Total’, una iniciativa del Ejecutivo que busca dar impulso a su política de paz total, así como promover la protección de la biodiversidad y prevenir nuevas confrontaciones internas.
Márquez, en un mensaje directo, dejó ver que el camino será conjunto: “El 2026 nos espera y debemos ir juntos al 2026”, afirmó, reafirmando la consigna de los sectores progresistas y de izquierda de mantenerse cohesionados en la búsqueda de retener el poder en la Casa de Nariño.
El gesto de unidad no es menor si se tiene en cuenta el deterioro que había marcado la relación entre ambos. En los últimos meses, la vicepresidenta no ocultó su inconformidad frente a la gestión del mandatario. En entrevistas recientes, recordó las dificultades de su paso por el Gobierno: “Vivía sabroso antes. Vine acá a sufrir, literal. Ha sido una paridera muy berraca”, dijo en agosto a Caracol Televisión.
Incluso, en febrero de este año Petro la apartó del Ministerio de la Igualdad, una entidad que ella misma había impulsado, decisión que profundizó las diferencias. Márquez también denunció públicamente exclusión: “Somos útiles para ganar elecciones, pero no para gobernar (…) Se nos quiere en la foto, pero no en la toma de decisiones”, expresó en julio tras la instalación del Congreso.
A esas tensiones se sumó la presentación, por parte de la vicepresidenta, de un informe independiente de 116 páginas en el que expuso sus logros y aprendizajes desde el Ejecutivo, en lo que fue leído como un distanciamiento de la línea del presidente.
Pese a los desencuentros, el acto en Cauca muestra un viraje hacia la cohesión, justo a pocas semanas de las consultas interpartidistas que marcarán la ruta de cara a los comicios de 2026. El mensaje es claro: los líderes del llamado “Gobierno del Cambio” buscan recomponer fuerzas para asegurar continuidad en el poder.
La reconciliación entre Petro y Márquez no solo pretende reforzar la confianza interna en el Ejecutivo, sino también enviar una señal a las bases progresistas de que, más allá de las diferencias, la apuesta es la unidad como estrategia electoral.

