Los caprichos de la naturaleza, una vez más, demostraron su imprevisibilidad. En las últimas horas, surgió un incidente protagonizado por un avión Airbus A320 de Austrian Airlines mientras realizaba su trayecto desde Palma de Mallorca, España, hacia Viena. Durante el vuelo OS434, la aeronave, con la insignia de Austria, sufrió graves daños en su sección frontal tras atravesar una inesperada tormenta de granizo.
De acuerdo con fuentes internacionales, mientras se encontraba sobre territorio italiano, el avión fue sorprendido por una tormenta de granizo que no había sido detectada en la planificación del vuelo. Una portavoz de Austrian Airlines informó a Corriere della Sera que, durante la aproximación a Viena, la tripulación se vio sorprendida por una zona de tormenta que no figuraba en el radar meteorológico. El fenómeno climático imprevisto ocurrió a 150 kilómetros al suroeste de Viena, causando daños considerables en la proa del avión. Imágenes difundidas por medios locales muestran cómo parte de la estructura se desprendió, dejando al descubierto el interior de la nave. Según reportes preliminares, las dos ventanillas frontales de la cabina del avión, así como la proa y algunos paneles, resultaron dañados por el granizo.
Las imágenes también muestran que las ventanillas correspondientes al piloto y al resto de la tripulación sufrieron daños graves, lo que resultó en una pérdida de visibilidad para quienes estaban a cargo del vuelo. Sin embargo, es relevante destacar que los daños se limitaron a la capa exterior de las ventanillas y que la aeronave no experimentó una pérdida significativa de altitud. A pesar de que varias partes del fuselaje sufrieron impactos graves, ninguno de ellos afectó los controles principales ni los motores del avión.
Ante esta situación, se solicitó asistencia y el avión logró aterrizar de manera segura en el aeropuerto de Viena. Al llegar, se activaron los protocolos de emergencia para garantizar la seguridad de la tripulación y los pasajeros, sin que se reportaran heridos.

