Tener un hijo en Colombia no solo implica amor y compromiso, sino también una considerable carga financiera. Así lo advierte un estudio reciente realizado por la Universidad EAN en Medellín, que estima que el costo de criar un hijo en el país puede oscilar entre $1.300 millones y $2.200 millones de pesos, desde el momento en que una pareja decide tenerlo hasta que el menor cumple 18 años.
El doctor Ómar Patiño, director de doctorados de Finanzas y Ciencias Económicas de la institución, plantea un panorama económico desafiante para las familias colombianas. Según explicó, el estudio contempla los gastos incluso antes de la concepción, al incluir tratamientos médicos y de fertilidad, y se extiende hasta que el hijo alcanza independencia económica, lo cual, en muchos casos, no ocurre al cumplir la mayoría de edad.
“Los gastos no comienzan en el embarazo, sino desde el momento en que la pareja decide tener un hijo. Ahí empiezan los tratamientos, las consultas, las inversiones médicas”, señaló el doctor Patiño.
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio es que muchos padres siguen costeando los gastos de sus hijos más allá de los 18 años, especialmente cuando estos continúan estudiando o no logran independencia financiera. Esta situación genera un impacto económico prolongado sobre los hogares, particularmente en estratos medios y bajos.
La investigación también pone sobre la mesa un problema estructural: la inequidad en la percepción y apoyo a las familias monoparentales, donde el género influye notablemente. Según Patiño, las madres cabeza de hogar enfrentan más estigmas y menos respaldo que los padres que asumen solos la crianza de sus hijos.
“En Colombia, todavía hay un rezago de machismo: al hombre que queda solo con su hijo lo tratan como un héroe; a la mujer, como una irresponsable”, dijo el académico.
Criar un hijo en Bogotá no es lo mismo que hacerlo en Ibagué o Cúcuta. Las grandes ciudades imponen mayores costos debido a factores como la educación, la salud, el transporte y, en algunos casos, la migración hacia zonas con mejores oportunidades. En estratos altos, además, los gastos suelen dispararse debido a estándares más elevados de consumo.
¿Por qué cada vez menos parejas deciden tener hijos?
El alto costo de la crianza es uno de los factores que ha llevado a muchas parejas jóvenes a postergar o descartar por completo la maternidad y la paternidad. En su lugar, muchos optan por invertir en experiencias personales, como viajar o emprender, y en alternativas afectivas como las mascotas, percibidas como menos costosas y más manejables.
Este cambio de mentalidad refleja una transformación en los valores y prioridades de las nuevas generaciones, cada vez más conscientes del impacto económico y emocional de traer hijos al mundo.

