La desaparición de la niña Valeria Afanador, de 10 años, en el municipio de Cajicá (Cundinamarca) tomó un nuevo rumbo luego de que su abuelo entregara una declaración que podría cambiar el enfoque de la búsqueda.
Valeria, quien tiene síndrome de Down, fue vista por última vez en la mañana del 12 de agosto dentro de las instalaciones del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, ubicado en la vereda Canelón, sector Bebedero. Según las primeras versiones, cámaras de seguridad captaron a la menor caminando cerca de la reja que separa el colegio del río Frío, lo que orientó inicialmente la búsqueda hacia ese afluente y sus alrededores.
Sin embargo, el abuelo de la niña aseguró que en las grabaciones también se observa a Valeria caminando “de un lado para otro” dentro del colegio, aparentemente mirando hacia la parte exterior “como si alguien del otro costado la llamara”. Esta descripción abre la posibilidad de que la menor no haya salido por cuenta propia, sino que haya sido guiada o atraída por alguien desde afuera.
El abuelo agregó que existiría un testimonio sobre un “hombre alto y corpulento” que presuntamente se la habría llevado. “Por ahí tienen los datos, pero están buscando la dirección”, dijo el familiar, quien considera que podría tratarse de un rapto y no de un accidente.
Aunque esta versión es extraoficial, las autoridades no descartan incluirla en las líneas de investigación para confirmar o desvirtuar si la desaparición de Valeria Afanador se debió a un accidente o si una tercera persona estuvo involucrada.
La comunidad de Cajicá y organismos de rescate mantienen la búsqueda en zonas aledañas, mientras familiares y vecinos piden intensificar las investigaciones para dar con el paradero de la menor.

