Tras meses de silencio estadístico por la restricción legal a las encuestas, la Polimétrica de Cifras & Conceptos volvió a tomarle el pulso al clima político nacional. Los resultados, lejos de mostrar certezas, retratan un país que parece estar más cerca del desconcierto que de la definición: la mayoría no sabe por quién votar, las lealtades partidistas se diluyen y las figuras tradicionales enfrentan altos niveles de rechazo.
El estudio revela que el centro político concentra el 45% de identificación ciudadana, superando con holgura a la derecha (32%) y a la izquierda (22%). Sin embargo, más que una victoria ideológica, el dato parece reflejar un desencanto colectivo con los extremos. Es un “centro” de indecisos, no necesariamente un proyecto coherente.
La encuesta muestra que el 62% de los colombianos no tiene definido su voto para las elecciones presidenciales de 2026. Esta indecisión se profundiza en todos los niveles: 71% no sabe por quién votaría en las consultas interpartidistas, 74% en el Senado y 77% en la Cámara de Representantes. Un síntoma claro de que el voto de opinión sigue flotando sin anclaje.
En materia de imagen, los rostros del “centro tecnocrático” y del “uribismo moderado” parecen resistir mejor la erosión. Sergio Fajardo (35%), Juan Manuel Galán (30%) y Miguel Uribe papá (29%) lideran la lista de figuras con mayor favorabilidad. Detrás de ellos se ubican Claudia López (26%), Iván Cepeda (23%) y Vicky Dávila (23%).
Aunque los porcentajes son relativamente bajos, reflejan que en un ambiente político de desconfianza generalizada, ser “el menos rechazado” ya es una ventaja competitiva.
Un rechazo transversal, pero con un perdedor claro: la derecha uribista
La encuesta mide también la fuerza de cada bloque político de cara a 2026, y ahí los datos son reveladores. En todos los grupos hay un alto nivel de desafección, pero el Centro Democrático encabeza el rechazo nacional: el 70% de los encuestados no votaría por ninguno de sus posibles candidatos.
Miguel Uribe papá, con un 12% de apoyo, lidera entre los nombres del uribismo, pero la cifra apenas logra romper la barrera del anonimato. En contraste, el centro pese a que el 65% tampoco se identifica con sus figuras logra mantener cierto atractivo con Galán (16%) y Fajardo (24%) como los más sólidos.
En la izquierda, el Pacto Histórico no logra consolidarse: el 62% no apoyaría a ninguno de sus candidatos, aunque Iván Cepeda (26%) es el más visible.
El fenómeno de los outsiders también sigue en crecimiento, con Abelardo de la Espriella (17%) a la cabeza gracias a su discurso nacionalista y religioso, seguido por Vicky Dávila (10%). Sin embargo, el 67% dice no votar por ninguno de ellos, lo que muestra que el voto “antisistema” aún no convence a la mayoría.
El dato más contundente, y quizás el más preocupante, es el de la indecisión: si las elecciones fueran mañana, el 31% de los colombianos no sabría por quién votar. Ningún candidato supera el 13% de respaldo, una cifra que deja claro que la campaña de 2026 empezará desde el escepticismo ciudadano.
En suma, la nueva Polimétrica retrata un país en pausa: con un centro ideológico dominante, pero sin proyecto político definido; con figuras que sobreviven más por falta de alternativas que por convicción ciudadana; y con un electorado que, a un año y medio de las presidenciales, sigue mirando a todos los bandos con la misma mezcla de cansancio y desconfianza.
El mensaje de la encuesta es claro: Colombia no se mueve hacia la izquierda ni hacia la derecha. Se mueve, más bien, hacia la indiferencia.

