Nicolás Petro Burgos, hijo mayor del presidente Gustavo Petro, anunció este jueves que presentó una denuncia penal contra la periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila y su exesposa Daysuris Vásquez, por la divulgación de unas conversaciones privadas que, según él, fueron manipuladas y sacadas de contexto con fines políticos.
La polémica gira en torno a unos chats filtrados entre Petro Burgos y Vásquez, en los que se hace referencia al consumo de drogas, alcohol y la supuesta presencia de prostitutas en los hoteles donde el hoy presidente Petro se hospedaba durante su campaña electoral. Las conversaciones datan de los años 2021 y 2022, y fueron reveladas por Dávila el pasado 3 de agosto.
En uno de los fragmentos publicados, Vásquez pregunta: “¿Por qué el coronel deja entrar a todas esas viejas?”, a lo que Petro Burgos responde: “No sé, yo creo que él se las consigue”. Vásquez replica: “Pero deben decirle que la responsabilidad de lo que pueda pasar es de él”, y él concluye: “Y aquí estamos en la habitación donde él se queda. Sí, ya se le dijo. Él (el coronel) dijo que ya está acostumbrado a eso”.
Aunque Nicolás Petro no niega la autenticidad de los chats, sí afirma que han sido sacados de su contexto original, alterando su interpretación y afectando no solo su imagen, sino la de su familia y, en particular, la del presidente. “Esta situación constituye un atropello que no solo me afecta a mí, sino que busca destruir a mi familia”, afirmó en un video difundido a través de su cuenta en X (antes Twitter).
El exdiputado del Atlántico también manifestó que este tipo de publicaciones hacen parte de un “patrón de hostigamiento y exposición pública” que pone en riesgo el debido proceso y ha sido aprovechado por intereses particulares ajenos a la justicia.
Por su parte, Vicky Dávila respondió de forma tajante a las amenazas legales: “Definitivamente está perdido”, y agregó que no le tiene “miedo ni a su papá, ni a usted, ni a la Fiscal de su papá”. En un mensaje directo, Dávila afirmó: “Yo siempre diré la verdad, cueste lo que cueste. No me voy a callar, a menos que me hagan lo mismo que a Miguel Uribe Turbay. El país está avisado”.
El caso ha generado un nuevo terremoto político en medio de las tensiones ya existentes entre el gobierno y algunos sectores de la prensa y la oposición. Mientras tanto, se espera que la Fiscalía evalúe la denuncia interpuesta por Nicolás Petro, así como las implicaciones legales de la publicación de dichas conversaciones.

