El paro arrocero completa hoy su segundo día en Colombia con bloqueos en múltiples corredores viales estratégicos, en medio del creciente descontento del gremio de cultivadores, que acusa al Gobierno Nacional de incumplir compromisos previamente pactados. Mientras tanto, la respuesta oficial sigue siendo escasa, lo que alimenta la indignación de miles de campesinos afectados por una crisis económica que ya supera el 20 % de pérdidas en producción y comercialización en comparación con el 2024.
La movilización, lejos de ser improvisada, es la consecuencia de años de promesas incumplidas y políticas que, según los arroceros, favorecen a las importaciones y castigan al productor nacional. El malestar acumulado terminó por explotar, y hoy el país lo siente en sus vías, su abastecimiento y su economía.
Los bloqueos más críticos se reportan en:
- Bogotá – Villavicencio (sector Llano Lindo)
- Neiva – Saldaña
- Girardot – Ibagué
- Ibagué – Mariquita
- San Roque – La Paz
En estas zonas, cientos de productores han detenido el tránsito en señal de protesta, generando serias afectaciones al transporte de alimentos y mercancías. La falta de una interlocución clara por parte del Gobierno ha generado aún más tensión, lo que podría escalar la situación si no se actúa con prontitud y seriedad.
Mientras tanto, el campo espera respuestas. Y no comunicados, sino soluciones reales. La crisis del arroz no es nueva, pero el silencio institucional ya es ensordecedor.

