La mutilación genital femenina (MGF) es una violación flagrante de los derechos humanos que afecta a más de 230 millones de niñas y mujeres en todo el mundo, según estimaciones de UNICEF en 2024. Esta práctica, que implica la alteración o lesión de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos, conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas.
Panorama de la mutilación genital femenina en Colombia
- El 22 de marzo de 2007 se conoció el primer caso colombiano de mutilación genital femenina. Fueron tres niñas recién nacidas en la comunidad indígena Emberá Chamí.
- Se estima que esta práctica se realiza en niñas desde los 17 días de nacidas hasta los 12 años.
- En Colombia, no hay un registro oficial. El Ministerio de Salud reportó:
- 91 casos en 2023
- 54 casos en 2024
Es alarmante que Colombia sea el único país de América Latina donde aún se practica la MGF. Esta realidad pone en evidencia la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para erradicar esta práctica.
En respuesta a esta problemática, la Cámara de Representantes de Colombia aprobó por unanimidad, el 4 de abril de 2025, un proyecto de ley que busca erradicar la MGF en el país. Esta iniciativa, en colaboración con líderes indígenas y organizaciones sociales, propone medidas preventivas, educativas y culturales para eliminar la práctica, respetando la autonomía jurídica de las comunidades indígenas.
Es fundamental reconocer que la MGF no es una tradición ancestral de la comunidad Embera, sino una imposición colonial, como lo señala Juliana Domicó, defensora de los derechos de las mujeres Embera. Esta distinción es crucial para desmitificar la práctica y promover su erradicación desde un enfoque culturalmente sensible.
La aprobación de este proyecto de ley es un paso significativo, pero aún queda un largo camino por recorrer. Es esencial que el Estado colombiano, en conjunto con las comunidades indígenas y la sociedad civil, implemente políticas públicas efectivas que garanticen la protección de los derechos de las niñas y mujeres, y que promuevan un cambio cultural profundo para eliminar la MGF de manera definitiva.
La erradicación de la mutilación genital femenina en Colombia no solo es una cuestión de justicia social, sino también un imperativo ético que debe ser abordado con determinación y compromiso por parte de todos los sectores de la sociedad.

