Luego de más de 18 días en poder de las disidencias de las FARC, el pequeño Lyan José Hortúa ha sido liberado este martes, en una noticia que llena de alivio y esperanza a su familia, a la comunidad de Jamundí y al país entero.
La entrega del menor se realizó hace pocas horas a la Defensoría del Pueblo, entidad que asumirá su protección inmediata y brindará acompañamiento para garantizar su bienestar físico y emocional tras la angustiante experiencia.
El caso del niño Lyan había conmovido a Colombia y al mundo. Su secuestro despertó un clamor nacional por su liberación, uniendo a ciudadanos, organizaciones defensoras de derechos humanos y autoridades en un solo llamado: proteger la vida e integridad de los niños en contextos de conflicto armado.
Durante su cautiverio, se adelantaron intensas gestiones humanitarias y de presión institucional que, finalmente, permitieron su liberación. Ahora, el reto será acompañar su proceso de recuperación con apoyo psicológico, emocional y el cariño de su entorno más cercano.
Las autoridades han reiterado su compromiso de continuar luchando contra estas prácticas criminales y de reforzar las medidas de protección para la infancia, especialmente en las zonas más vulnerables del país.
La historia de Lyan es una luz en medio de la adversidad, pero también un llamado urgente a seguir trabajando por la paz y la defensa de los derechos de los más pequeños.
