La muerte de Maxi, un perrito pekinés de año y medio, ha generado indignación nacional tras confirmarse que falleció por asfixia y golpe de calor dentro del maletero de un bus de la empresa Copetran, en el trayecto entre Maicao y Medellín.
Aunque la familia había logrado viajar con Maxi en cabina durante el trayecto de ida, el conductor del viaje de regreso se negó a permitirlo, obligando a que el animal fuera transportado en el compartimiento de equipaje, a pesar de contar con la documentación reglamentaria.
Horas después, Maxi fue hallado sin fuerzas y, tras ser trasladado a una veterinaria, murió. Testigos afirman que el personal del bus incluso habría ofrecido dinero para evitar una denuncia.
Copetran lamentó el hecho y anunció una investigación interna. El Ministerio de Transporte pidió a la Supertransporte una indagación “a fondo y ágil”. El caso reabre el debate sobre las condiciones de viaje de los animales en el transporte público y la necesidad de aplicar con rigor los protocolos existentes.

