Un nuevo episodio de violencia contra personal operativo de la empresa Air-e encendió nuevamente las alarmas sobre el creciente malestar ciudadano por el servicio eléctrico en Barranquilla. Esta vez, un técnico fue brutalmente agredido con un garrote y un machete durante un procedimiento de suspensión del servicio en el barrio Betania, al norte de la ciudad.
El hecho ocurrió hacia las 11:00 de la mañana del lunes, en la calle 75C con carrera 38C, cuando el trabajador fue atacado por dos hombres, luego de haber ejecutado la orden de corte por falta de pago. El violento suceso quedó registrado en video y fue ampliamente difundido en redes sociales, generando indignación y rechazo.
En las imágenes se observa cómo un ciudadano golpea al técnico con un pedazo de madera, mientras este intenta defenderse con su arnés. Segundos después, otro hombre se suma a la agresión, portando un machete. A pesar de los gritos de advertencia de otro testigo, ambos continúan atacando al contratista, hasta que una patrulla motorizada de la Policía Metropolitana llega al lugar y logra controlar la situación.
Uno de los uniformados, al descender de su motocicleta, apuntó con su táser y exigió al atacante que soltara el machete. Aunque inicialmente lanzó el arma al suelo, el agresor intentó seguir manipulándola con el pie, lo que obligó a una intervención inmediata de los agentes.
A través de un comunicado, la empresa Air-e Intervenida confirmó que el ataque se produjo durante un procedimiento legal de suspensión del servicio por mora. “Rechazamos de manera categórica cualquier tipo de violencia contra nuestro personal operativo. Nuestros trabajadores cumplen funciones esenciales bajo la ley y en cumplimiento de órdenes legítimas del servicio”, expresó la compañía.
El técnico agredido interpuso una denuncia penal por lesiones personales ante la Fiscalía General de la Nación y está recibiendo atención médica debido a los golpes sufridos. Uno de los agresores fue capturado gracias a la rápida acción de la Policía.
Este nuevo caso se suma a una preocupante serie de agresiones contra contratistas de Air-e en medio de procedimientos de corte o reconexión del servicio eléctrico. A pesar de que la empresa se encuentra bajo intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos, continúan las quejas por altas tarifas, deficiencias en la atención al cliente y cortes frecuentes de energía, sobre todo en zonas residenciales.
La situación ha desencadenado protestas, ataques a instalaciones, retención de operarios y disturbios que evocan los años más críticos de la antigua Electricaribe, cuando los reclamos ciudadanos por el mal servicio energético eran constantes y a menudo violentos.
Las autoridades distritales y departamentales han tenido que instalar mesas de diálogo con comunidades afectadas, en un intento por mitigar las tensiones y evitar nuevos estallidos de violencia.
Mientras tanto, Barranquilla enfrenta otros desafíos relacionados con el inicio de la temporada invernal, lo que ha motivado operativos de limpieza en más de 50 arroyos de la ciudad. Las autoridades insisten en la importancia de preservar el orden público, incluso en medio de inconformidades legítimas, para evitar que la violencia se normalice como forma de protesta.

