Un video que circula en redes sociales ha causado profunda indignación en el país. En las imágenes, grabadas en un taller mecánico de Pereira (Risaralda), se observa a un ciudadano presuntamente de nacionalidad española agrediendo y humillando a un adulto mayor, quien sería uno de sus empleados. El agresor le lanza en repetidas ocasiones baldes de agua mientras lo insulta y lo amenaza con tono autoritario.
El hecho, descrito por miles de usuarios como un acto de “esclavismo moderno”, provocó reacciones inmediatas desde el Gobierno Nacional. El presidente Gustavo Petro publicó el video en su cuenta de X con un mensaje contundente:
“Este es el tradicional mundo del hidalgo. Cree que tiene sirvientes, cree que el trabajador le pertenece.”
El mandatario calificó al agresor como “un esclavista” y señaló que este tipo de comportamientos son una muestra de la persistente desigualdad y falta de respeto hacia la dignidad del trabajador colombiano.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, anunció una inspección inmediata al establecimiento donde ocurrieron los hechos.
“Nos indignó conocer ese video. Ante una denuncia de esa naturaleza, lo primero que tenemos que hacer es reaccionar”, expresó el ministro
Sanguino aseguró que el Ministerio en Risaralda ya recibió instrucciones para verificar si el taller sigue operando, bajo qué condiciones laborales y quiénes están actualmente vinculados. Además, advirtió que el caso podría tener implicaciones penales y migratorias para el agresor.
“Habrá que examinar cuál es su estatus migratorio y determinar las sanciones que correspondan, incluso su deportación o expulsión del país”, afirmó.
Sin embargo, los actuales administradores del taller intentaron desmarcarse del escándalo, alegando que se trata de un video “viejo” y que el ciudadano implicado ya no hace parte del negocio, el agresor habría abandonado el lugar hace dos meses tras incumplir con el pago del arriendo.
“Nos da miedo porque la gente está muy indignada por lo viral que se ha vuelto el vídeo”, manifestaron los nuevos responsables del establecimiento, quienes aseguran estar preocupados por la ola de comentarios y amenazas que han recibido en redes sociales.
Pese a las aclaraciones, la opinión pública sigue exigiendo sanciones ejemplares. La escena un adulto mayor empapado, en silencio, mientras su jefe lo humilla no solo refleja una agresión aislada, sino una profunda herida en el respeto a la dignidad laboral.
Un hecho que, aunque los responsables intenten restarle vigencia, revive un debate urgente: ¿qué tanto valor se le da en Colombia al trabajo humano y a quienes lo ejercen con humildad y esfuerzo?

